Ivo Nadir Coronel, tiene 31 años y es oriundo de Solano, Buenos Aires. Este quilmeño hace ya cinco años, se encuentra fuera del país, viendo con su esposa y trabajando en la región de Huaral, Perú.

“En primer lugar, me fui porque conocí una compañera, que con el tiempo,  terminó siendo mi esposa y no me arrepiento de haberla elegido”, expresó Ivo Coronel a Diario Latina.  Aunque, en parte se fue por amor, por otro lado, debió irse por necesidad, dado que, en 2018, no veía que las cosas en su país fueran tan bien.

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“Veía que iba a pasar todo esto en Argentina, más que nada con la economía, era de esperarse que se  iba a disparar. Sabía muy bien, que con mis estudios, porque solamente tengo un secundario terminado capaz, no tendira mucha suerte en conseguir un trabajo en mi país”, expresó. Es así que preocupado por su futuro, este joven, decidió dejarlo todo y probar suerte en el extranjero.

Con una relación que iniciaba en Argentina, Coronel, vio la oportunidad de su vida, cuando su pareja le propuso irse con ella a Perú. Asimismo, ahorro algo de dinero para sus pasajes y estadía, siendo un viaje que se ha convertido de ida. “Un día mi mujer me pregunto si me gustaría conocer Perú y le dije, sí, ya que en Argentina la cultura peruana es  hermana nuestra, entonces como tenía en mente viajar, y Perú me encantó”, manifestó.

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Establecerse en otro país

En sus primeros meses le fue muy difícil conseguir trabajo, aun así decidió seguir intentando, dada la calidez  de la gente que lo impulsaba a quedarse. “Cuando había llegado aquí, la gente te abría las puertas de todas las casas y eran muy amable muy amables”, comentó y explicó que, con la llegada de las últimas olas migratoria, la criminalidad se disparó y la desconfianza entre ciudadanos comenzó a fortalecerse.

Para poder salir adelante, buscó algún trabajo que le pudiera rendir económicamente. Asimismo, inicio a trabajar en las procesadoras, donde pasaba muchas horas al día, en un lugar cerrado y casi sin descansos. “Para tener un día libre,  tenía que faltar, pero sí quieres crecer y estar bien económicamente, tienes que estar entre 13 a 14 horas”, comentó Ivo.

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Después de un largo plazo, decidió probar otros trabajos: “Un día me proponen trabajar en una ferretería así que acepte, y en mi primer día me hicieron cargar un tráiler con 150 bolsas de cemento, al principio me costó, pero con el tiempo le fui agarrando a mano”.

Asimismo, más allá que el trabajo de albañilería no le gusta, descubrió que como estibador, ha logrado triunfar con la que fue ganando experiencia y descubriendo así,  algo que le gustaba. “Ahora me encargo de descargar los tráiler, lo que es fierro, ladrillo o de cemento, ese es mi trabajo y me dedico a este rubro,  desde hace cuatro años”.

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Después de un largo plazo, decidió probar otros trabajos: “Un día me proponen trabajar en una ferretería así que acepte, y en mi primer día me hicieron cargar un tráiler con 150 bolsas de cemento, al principio me costó, pero con el tiempo le fui agarrando a mano”.

Asimismo, más allá que el trabajo de albañilería no le gusta, descubrió que como estibador, ha logrado triunfar con la que fue ganando experiencia y descubriendo así,  algo que le gustaba. “Ahora me encargo de descargar los tráiler, lo que es fierro, ladrillo o de cemento, ese es mi trabajo y me dedico a este rubro,  desde hace cuatro años”, explicó.

Otros compatriotas

En su tiempo en Perú, Ivo aseguró que se ha topado con algunos argentinos, volver a compartir los costumbrismos de su natal Argentina, son para él una caricia al corazón. Dado que, más allá de que sea un desconocido, él hecho de encontrarse es muy gratificante.

“El primer argentino que cruce fue en el 2020 que esto pasó por al lado mío, yo estaba  con el cuerpo tapado de cemento, volviendo para mi casa, ahí vi a un muchacho con un mate y tenía la remera de Boca Juniors. Y le digo ´aguante el mate´, le digo y me convida un mate, fue un momento que hasta a hoy recuerdo”, aseguró.

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Por otro lado, aseguro que tras varios años viviendo allí, aun no se ha logrado acostumbrar, pero que aun así busca seguir por el camino recto, respetando la ley, puesto que a los migrantes les cuesta mucho empezar desde cero, como a muchos lugareños.  Asimismo, aseguro que, conseguir empleo en otro país es fácil es para la persona que tiene un terciario o un título universitario.

 “Por más que tengas un secundario y los papeles al día es muy difícil que te tomen en algún lado, incluso te piden los antecedentes de Argentina como los que puedas tener en Perú”, explicó. Sin embargo, Coronel, pretende regresar en algún momento, dado que le utiliza sus vueltas a Argentina como vacaciones y para visitar a su familia. Entre tanto, busca seguir creciendo desde el extranjero,  aunque espera que la situación en argentina logre mejorar.

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Asimismo, estableció que, con las crecientes migraciones a la región, la situación con los migrantes se ha vuelto tensa. “Antes te abrían las puertas, te invitaban a comer e incluso a bañarte, pero con todo lo que pasa últimamente, la gente tiene desconfianza”, señaló Ivo. Mientras tanto, espera que esta situación se revierta, dado que la calidez peruana siempre ha sido única y es algo que Coronel continua resaltado de esta comunidad.