Condenan a expresidente de El Salvador a 8 años de cárcel por lavado de dinero

La Fiscalía General de El Salvador confirmó la condena a ocho años de prisión contra el expresidente Mauricio Funes a 8 años de prisión bajo los cargos de lavado de dinero y de activos. El exmandatario se encuentra asilado en Nicaragua y tiene siete procesos penales en su contra y dos de ellos con condena.

Según lo señalado por el fiscal de la causa, Funes habría llevado a cabo negociaciones ilícitas con el empresario guatemalteco, Juan Manuel Bolaños, por la construcción del puente San Isidro en octubre de 2013 y que no fue ejecutado debido a que la empresa guatemalteca no cumplía con los requerimientos mínimos para realizarlo e incumplió el contrato.

El expresidente Funes se encuentra asilado en Nicaragua.

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"Se demostró que Funes favoreció a una empresa guatemalteca para que se le adjudicara la construcción del puente San Isidro sobre el Río Lempa", indicó la Fiscalía en la sentencia dictada por el Tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador.

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Por su parte, la fiscal del caso señaló que "este caso está relacionado con delitos de corrupción. El Tribunal, en su fundamentación del fallo, estableció que se habían probado como delitos precedentes el cohecho propio, tráfico influencias, estuvieron involucradas personas como José Miguel Menéndez quien ya tiene una condena por este mismo hecho".

El Gobierno de Daniel Ortega le concedió la ciudadanía a Mauricio Funes para evitar la extradición.

Los casos de corrupción atribuidos a Funes y al expresidente Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), también del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional han llevado a esta formación política al ostracismo y en las últimas elecciones lograron hacerse con ninguna representación en el Congreso, ni con ninguna alcaldía de los más de 200 municipios con los que cuenta el país.

Funes reaccionó a la nueva condena a través de X, antes Twitter, donde rechazó la acusación y afirmó: "Este es otro caso montado por la Fiscalía siguiendo órdenes de la derecha oligárquica que me persigue desde el 2015".