Panamá: trabajadores de la mina de cobre cerrada reclaman a Mulino una solución "lo antes posible"

Un grupo de trabajadores sindicalizados de la minera Panamá, filial de la compañía canadiense First Quantum Minerals, le solicitaron al recientemente asumido presidente del país, José Raúl Mulino, una solución "lo antes posible" a su situación laboral tras el cierre de la mina dispuesto por orden judicial.

Luego de que la Corte Suprema panameña declarara "inconstitucional" el contrato de concesión de la mina entre el Gobierno de Laurentino Cortizo·y First Quantum Minerals, la mina cesó sus operaciones en el país, pero los trabajadores quedaron en una situación crítica, dado que no se presentó ningún programa ni ninguna propuesta para garantizar su continuidad laboral.

En ese sentido, el presidente del sindicato de trabajadores de la mina, Michael Camacho, se refirió a la situación de los trabajadores que quedaron a la espera de una respuesta de la gestión anterior y espetó: "Fuimos engañados, abandonados".

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Las actividades extractivas en la mina finalizaron el 28 de noviembre de 2023.

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"Luego de ocho meses de cierre de la mina, miles de trabajadores [y] de productores de esas comunidades [aledañas] se han quedado sin su sustento diario, condenados al hambre, a la desesperación y al olvido", indicó por su parte el líder de la central sindical UGT, Aniano Pinzón.

La compañía FQM operaba la mina de cobre más grande de Centroamérica.

La mina empleaba a más de 7000 trabajadores, en distintas tareas, de los cuales, al día de la fecha sólo quedan 1400, es decir un 20% de la cantidad de empleados que solía tener, ahora abocados a tareas de mantenimiento.

La mina producía desde 2019 unas 300.000 toneladas de concentrado de cobre anuales, que representaban el 75% de las exportaciones y el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) de Panamá, por lo cual su cierre ha significado un duro golpe para la economía panameña, que además ha sufrido una histórica sequía que obligó a disminuir el tránsito de buques mercantes por el Canal de Panamá, la otra gran fuente de ingresos del país.

Por su parte, Mulino ha propuesto a la minera canadiense un diálogo "en calma" para evitar un arbitraje en el que Panamá podría ser condenado a pagarle una millonaria indemnización, al tiempo que, anteriormente mencionó la posibilidad de una reapertura de la mina para luego hacer un cierre ordenado.