La ola delictiva, atenta contra las autoridades de Rio Grande do Norte y se creen que estos disturbios, fueron ideados por prisioneros. Se presume que fueron en el marco de las exigencias ante las condiciones carcelarias y el endurecimiento de controles.
En al menos unas 28 ciudades del estado de Rio Grande do Norte, en el noreste de Brasil, se registraron ataques organizados por bandas criminales. Los mismos, generaron destrozos, incendios y disparos contra oficinas públicas, comercios y vehículos, informaron las autoridades el miércoles.
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Ante esto, las autoridades, maneja la hipótesis de que dichas acciones fueron planeadas desde el interior de las prisiones, como protesta por las condiciones de vida y el endurecimiento de las medidas de control en esas instituciones. Según comentaron, los ataques, comenzaron la madrugada del martes en unas 19 ciudades, incluida la capital, Natal, donde a pesar de la seguridad , estos ataques se expandieron desde este miércoles a un total de 28.
Imágenes difundidas por redes sociales y medios locales mostraron autobuses, camiones y otros automóviles en llamas, y patrullas policiales con orificios de balas. Asimismo, intervinieron alrededor de 220 policías de la Fuerza Nacional fueron enviados para auxiliar a las fuerzas locales, un número que podrá ampliarse “hasta la cantidad que se considere necesaria”, indicó en Twitter el ministro de Seguridad Pública, Flávio Dino.
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Cabe señalar que, en el lugar, al menos un presunto criminal falleció. El mismo, fue identificado como, José Wilson da Silva Filho, de 29 años y jefe de la mayor facción criminal de Río Grande do Norte, quien murió este miércoles al enfrentarse con policías cuando intentaban detenerlo, indicó la fuerza en un comunicado. Entre tanto, cerca de 30 personas fueron detenidas en los disturbios.
