El instrumento, fue producido por un equipo de la Universidad de Texas, cuyo propósito de esta IA es leer tu mente y convertir tus pensamientos en texto. Esta Inteligencia Artificial puede traducir la actividad cerebral en un flujo continuo.
Este gran salto para la ciencia, ha sido conquistado a través de escaneos, sin necesidad de intervención quirúrgica. Por lo que, un equipo de la Universidad de Texas desarrolló un decodificador basado en Inteligencia Artificial (IA) que puede leer la mente y traducir los pensamientos en un flujo continuo de texto. Aunque se han realizado experimentos parecidos, los investigadores aseguran que esta es la primera vez que se logra sin la necesidad que el sujeto sea intervenido quirúrgicamente.
LEER MÁS: El Salvador impone cerco militar y operativo de búsqueda tras el crimen de un policía
Según sus propios desarrolladores, este decodificador funciona a partir de escaneos fMRI (Imagen por resonancia magnética funcional). A tal punto, esta tecnología demostró ser capaz de reconstruir lo que pensaban los voluntarios con una precisión impresionante, mientras escuchaban una historia o, incluso, cuando imaginaban una en silencio.

Por otro lado, anteriores equipos de AI, necesitaban de implantes quirúrgicos para así poder “leer la mente”. Aunque este nuevo equipo, podrá ser muy beneficioso para restaurar el Este habla de pacientes que sufrieron algún accidente cerebrovascular o enfrentan alguna enfermedad de la neurona motora. “Nos sorprendió que funcione tan bien como lo hace”, dijo Alexander Huth, neurocientífico y director de la investigación, a The Guardian. “He estado trabajando en esto durante 15 años… así que fue impactante y emocionante cuando finalmente funcionó”.
LEER MÁS:Yandy Núñez es el primer cubano en conquistar el Everest
Para poder desarrollarlo, usaron a tres voluntarios que permanecieron acostados en un escáner fMRI durante 16 horas cada uno. En todo ese tiempo, escucharon podcasts. De esta manera, el decodificador hacía coincidir la actividad cerebral con el significado utilizando GPT-1, un modelo de lenguaje precursor de ChatGPT.
Los participantes eran escaneados cuando escuchaban una nueva historia. También, cuando imaginaban que contaban una historia. El decodificador se usó para generar texto solo a partir de la actividad cerebral, según el reporte del estudio. En la mitad de los casos, el texto resultante se acercó bastante a los significados de las palabras originales. A veces, la IA fue capaz de “leer la mente” con bastante precisión.

LEER MÁS: La oposición ecuatoriana se negó a la disolución del parlamento
Cuando un participante, por ejemplo, escuchó las palabras “Todavía no tengo mi licencia de conducir”, el decodificador las tradujo como “Ella ni siquiera ha comenzado a aprender a conducir todavía”. En otro caso, las palabras “No sabía si gritar, llorar o salir corriendo. En lugar de eso, dije: ‘¡Déjame en paz!” se decodificaron como “Empecé a gritar y llorar, y luego ella simplemente dijo: ‘Te dije que me dejaras en paz”.
“Nuestro sistema funciona al nivel de ideas, semántica, significado”, dijo Huth. “Esta es la razón por la cual lo que obtuvimos no son las palabras exactas, sino la esencia”. Los voluntarios observaron además cuatro videos cortos y silenciosos mientras estaban en el escáner. El decodificador también logró utilizar la actividad cerebral para describir con precisión parte del contenido adquirido por los sujetos.
LEER MÁS: En Argentina se aproximan las elecciones y el oficialismo está sin candidato
Entre tanto, a pesar de que esta tecnología recientemente se esté desarrollando, aún hay varias mejoras que hacer y varias evoluciones éticas que constatar para que pueda ser usado como una herramienta. Considerando que este IA, al momento de “leer la mente”, el decodificador tenía problemas con ciertos elementos del lenguaje, como los pronombres. “No sabía si era en primera o tercera persona, hombre o mujer”, dijo Huth. “¿Por qué es malo en esto? No lo sabemos”.

El sistema se configuraba para ser usado en una persona. Cuando se probaba en otro participante, la lectura era ininteligible, por lo que era necesario reconfigurarlo. También exigía que los voluntarios estuvieran muy concentrados: en algunos casos frustraron las pruebas si, por ejemplo, pensaban en animales o en otras historias.
LEER MÁS: Buscan a cuatro niños desaparecidos en una avioneta que se estrelló en Colombia
Los investigadores también advirtieron algunos riesgos éticos. “Nos tomamos muy en serio las preocupaciones de que podría emplearse para malos propósitos y hemos trabajado para evitarlo”, dijo Jerry Tang, estudiante de doctorado en la Universidad de Texas en Austin y coautor, a The Guardian. “Queremos asegurarnos de que las personas solo utilicen este tipo de tecnologías cuando quieran y que les ayuden”.