En la Argentina, las monedas perdieron poder de compra y cada vez se usan menos por la alta inflación. Aunque, es posible sacarles más beneficios gracias a los reducidores de metales, para quienes las monedas siguen teniendo valor.
Ante la masiva inflación que afecta a la Argentina, las personas buscan la forma de salir adelante y hacer que sus sueldos (cada vez más devaluados) les permita llegar a fin de mes. Es así que, ante el poco valor de la moneda argentina, los reducidores de metales, le dan a la población argentina una forma de que su dinero valga un poco más.
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El buen precio en el que se encuentran actualmente los metales, ante la elevada inflación, estableció un serio impulso en la demanda local de reducidores de metales por todo tipo de metales de descarte. Así como en muchos lugares se denuncian el robo de cables, para aprovechar el cobre de su interior, se establece que las monedas pueden tener un gran valor económico, pero por su composición.
Por lo que esto puede convertirse en un negocio que deja buenas ganancias, principalmente las monedas bimetálicas, las de 1 y 2 pesos, dado que su peso y su composición las volvieron aún más valiosas. Considerando que el anillo dorado exterior tiene un precio seis veces mayor de lo que valdría si alguien la usara para hacer compras.
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De hecho, el Banco Central hace más de un año que discontinuó por completo la acuñación de monedas, reconociendo que el costo de sus componentes es mucho más alto que el valor que representan como dinero, para el intercambio de bienes y servicios de consumo.
En primer lugar, al igual que los billetes, destruirlas o alterarlas está castigado por el Código Penal, aunque en el Banco Central interpretan que “no es delito la destrucción o fundición de la moneda pública” pues “el tenedor de billetes que los corta o inutiliza sólo se daña a sí mismo”. En segundo lugar, a diferencia de los billetes, (dejan de ser considerados dinero), todas las monedas siguen conservando su poder cancelatorio como dinero, aún las de 1 centavo que no se ven en los bolsillos de los argentinos desde hace muchísimos años.
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Incluso, puede establecerse que, para los coleccionistas de monedas, las monedas de dos metales pueden alcanzar un valor de hasta $13.500, mientras que las unidades pertenecientes a distintos países varían desde precios accesibles como los $1.000 hasta los $15.000.
