Argentina tomará deuda por 3200 millones de dólares

El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó durante su habitual conferencia de prensa, la decisión del Gobierno libertario de recurrir al mercado de deuda para zanjar compromisos próximos, al tiempo que reanuda el diálogo con el Fondo Monetario Internacional, (FMI) que ya envió al país una delegación para realizar el primer "monitoreo" a las cuentas públicas en el mandato de Javier Milei. "Entendemos que (con la medida) no hay ningún tipo de perjuicio patrimonial para el banco central", afirmó Adorni.

El decreto publicado en el boletín oficial estipula a la decisión de toma de deuda del Estado argentino como "necesaria y urgente" para garantizar el "normal funcionamiento" del Estado nacional. "La proximidad de los vencimientos de los compromisos de deuda anteriormente mencionados determina la urgencia en la adopción de esta medida, haciendo imposible seguir los trámites ordinarios previstos en la constitución nacional para la sanción de leyes", reza la normativa publicada.

A la vez que la administración de Milei intenta cumplir con sus obligaciones internacionales, en el frente externo intentará negociar con la delegación enviada por el Fondo Monetario Internacional un waiver (perdón) por no cumplir con las metas establecidas el trimestre anterior. La acuciante necesidad de dólares de la economía argentina obliga al equipo económico del líder libertario a intentar negociar con el organismo financiero internacional, el desbloqueo de un nuevo tramo de financiación, por 3000 millones de dólares.

Ante este escenario, cabe mencionar que durante el año en curso, el Estado argentino deberá enfrentar compromisos de pago en moneda extranjera por cerca de 17 mil millones de dólares, de los cuales 7.500 millones solamente corresponden a compromisos con el Fondo. No obstante, se trata de uno de los años con menor monto de vencimientos que tendrá la economía argentina durante los próximos 10 años dado que se espera que en 2025 las obligaciones a cancelar trepen a los u$s17.500 millones, y posteriormente a u$s18.200 millones en 2026. Luego, la deuda por pagar tendrá un pico de u$s22.200 millones en 2027 y descenderá hasta u$s21.700 millones en 2028, y a partir de allí se espera que se ubiquen por encima de los u$s14.000 millones hasta 2035.