Bloqueos y múltiples pedidos de renuncia ponen contra las cuerdas a Luis Arce en Bolivia

El presidente de Bolivia, Luis Arce, enfrenta una nueva semana de bloqueos, combinados con múltiples pedidos de renuncia por parte de los seguidores del exmandatario Evo Morales que lo acusan de provocar la actual crisis económica y financiera del país, además de liderar una "persecución" política contra el dirigente del MAS.

El descontento contra la administración de Arce va en aumento, y en las últimas horas dos dirigentes y un diputado del Movimiento Al Socialismo sugirieron que el actual jefe de Estado debería "acortar" su mandato con el fin de "apaciguar" la situación social en el país. "Tiene dos caminos o adelanta las elecciones o renuncia", manifestó en conferencia de prensa el diputado Gualberto Arispe.

LEE MÁS: Campaña con fritas: Trump cocinó en un reconocido local de comidas rápidas y se burló de Kamala Harris

Los bloqueos en Bolivia acumulan dos semanas consecutivas.

Lo que en un principio había comenzado como una muestra de apoyo hacia Morales, quien se encuentra investigado por los presuntos delitos de estupro y trata de personas, escaló hasta las diversas solicitudes de renuncia en contra del mandatario boliviano, que atraviesa uno de los momentos más difíciles de su gestión. Acorralado por los bloqueos, la escasez de combustibles y los devastadores incendios, la administración de Arce transita meses complejos de cara a las presidenciales de 2025, en donde se estima que el actual mandatario intentará ir por la reelección por el MAS, candidatura que también es disputada por Morales.

LEE MÁS: Lula cancela su viaje al BRICS tras sufrir un accidente doméstico

Lo cierto es que producto de la prolongada crisis política que atraviesa el país, en septiembre pasado Arce se vio obligado a prescindir de uno de sus más estrechos colaboradores, Iván Lima, quien había sido cuestionado fuertemente por el ala evista del Movimiento Al Socialismo. Con la salida del Gobierno del funcionario, Arce recibió un golpe político que dejó a su administración debilitada, frente a la acuciante situación económica y social que atraviesa el país.

De momento, ningún representante del Gobierno ha respondido a las solicitudes de renuncia realizadas desde el evismo. Sólo la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, manifestó que la protesta tiene fines políticos y personales "centrados en la búsqueda de impunidad y en la defensa de una candidatura inconstitucional", en referencia a los procesos legales que enfrenta el jefe del MAS y su disputa con el presidente sobre el liderazgo del partido y las elecciones presidenciales de 2025.