Colombia: acusan a la compañía bananera estadounidense Chiquita Brands de financiar paramilitares

Un jurado federal de Florida, Estados Unidos dictaminó que la compañía bananera norteamericana Chiquita Brands deberá pagar más de 38 millones de dólares a las víctimas de la violencia paramilitar en Colombia, tras comprobar que la multinacional financió al grupo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) una de las organizaciones armadas más grandes en su momento en el país sudamericano.

Concretamente, el jurado llegó a la conclusión de que la empresa brindó una "asistencia sustancial" a las Autodefensas Unidas de Colombia, (lideradas por los hermanos Carlos y Vicente Castaño), en la forma de pagos en efectivo y otros medios. De acuerdo con las investigaciones realizadas por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la empresa llegó a efectuar 100 pagos por más de 1,7 millones de dólares, entre los años 1997 y 2004, para contar con "seguridad privada" por parte del grupo paramilitar y proteger a sus empleados y sus instalaciones de cualquier atentado o hecho de violencia.

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Foto: compañía bananera Chiquita Brand.

A pesar de la defensa ejercida por la representación de la compañía que alegó que los pagos realizados fueron producto de una "amenaza ilegal, inmediata e inminente" por parte de las AUC, el jurado West Palm Beach señaló que dicha acción constituyó una "actividad peligrosa", razón por la que la multinacional fue condenada a pagar 38,3 millones de dólares a los demandantes.

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El fallo fue celebrado por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien además, aprovechó para criticar a la Justicia de su país. "¿Por qué la justicia de EE.UU. pudo determinar en verdad judicial que Chiquita Brands financió el paramilitarismo en Urabá? ¿Por qué no pudo la justicia colombiana?", reza el posteo del mandatario realizado en su cuenta en la red social X, antes Twitter.

Las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) fueron uno de los grupos paramilitares que más violencia generaron en el país sudamericano, sobre todo en las regiones de Urabá y Magdalena, ubicadas en el norte del país, que llevaron a cabo asesinatos, masacres y torturas contra el campesinado de la región.

Foto: Autodefensas Unidas de Colombia.

En esta línea, de acuerdo a lo relevado por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), mientras Chiquita Brands consignaba casi dos millones de dólares al grupo paramilitar de los hermanos Castaño, en la región del Urabá se registraron 97 masacres, cuyo saldo fue 607 víctimas. Esto ocurrió entre 1991 y 2011, años en los que habitantes, líderes y lideresas sociales, trabajadores y sindicalistas, fueron asesinados.