17/01/2025
Desde la defensa del exmandatario calificaron de "ilegal" la medida y ratificaron la inocencia de Morales en la causa que lo investiga por el delito de trata de personas
El expresidente de Bolivia Evo Morales fue declarado en rebeldía por la Justicia de su país tras ausentarse por segunda vez a una audiencia sobre medidas cautelares, en el marco de la causa en donde se lo investiga por el delito de trata de personas. El juez que lleva a cargo la investigación ordenó congelar sus cuentas y dictó una nueva orden de aprehensión contra el exjefe de Estado.
Luego de que Morales pegara su segundo faltazo a la citación con la Justicia, el magistrado Nelson Rocabado estableció que se debe aplicar al exmandatario un "arraigo nacional", así como darle una notificación por edicto de la resolución y la anotación preventiva de bienes.
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Desde la defensa del expresidente calificaron de "ilegal" la aplicación de las medidas contra Morales al tiempo que defendieron su "inocencia" y reiteraron que es un "perseguido político" por el Gobierno de Luis Arce. "Por eso es ilegal el mandamiento de aprehensión y la imputación formal, a él nunca lo notificaron. Que nos muestren que llegaron los asistentes del Ministerio Público a su domicilio, eso no existe", expresó el abogado defensor y exministro del dirigente, Jorge Pérez.
Jorge Pérez, abogado defensor de Evo Morales.
El juicio en contra del exmandatario se lleva en medio de la larga disputa interna del Movimiento Al Socialismo (MAS) representada en los liderazgos de Morales y el presidente Luis Arce, por el control del partido y el poder del Estado. Aunque esta acción podría terminar con Morales encarcelado, algunos analistas creen que no es la batalla final.
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El líder cocalero está siendo investigado actualmente por los delitos de trata de personas y estupro. Según documentación de la Fiscalía, el ex mandatario habría tenido una hija con una adolescente el año 2016, a la que registraron dos años más tarde en un registro civil de la localidad de Yacuiba, en la frontera con Argentina, y cuya partida de nacimiento constituiría la prueba del delito. La víctima tenía 15 años y él 57 cuando ocurrió el presunto embarazo.
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