26/12/2023
Las autoridades continúan con las restricciones en el nivel del tránsito en el canal, y advierte que las restricciones continuarán durante todo el primer trimestre de 2024.
Ante el agravamiento de la falta de agua y el retraso en la llegada de las precipitaciones típicas de la temporada de lluvia, el Canal de Panamá continúa con la reducción de la cantidad de embarcaciones autorizadas a pasar por la vía que, se estima para febrero próximo, sean sólo unas 18 diarias.
La sequía en Panamá pone en jaque el funcionamiento de una de las arterias más importantes del comercio internacional, que nuclea alrededor del 6% del tráfico marítimo mundial. En ese sentido, ante la proyección negativa acerca de la evolución del panorama de lluvias para la región, de las 38 embarcaciones diarias que en condiciones óptimas pueden circular por el Canal de Panamá, las autoridades se vieron obligadas a reducirlas, a partir de febrero de 2024, a sólo 18, es decir, un impacto negativo de más del 50% para el tránsito que circula por esa vía. Pero además, el recorte no se produce sólo en la cantidad de navíos, sino en el calado de los mismos, límite que actualmente se ha fijado en 44 pies (13,41 metros).
Contrario a lo que podría pensarse y dado al fuerte peso que el Canal tiene sobre la economía panameña, la sequía lejos ha estado de disminuir los ingresos de la misma sino que, solamente este 2023 y a pesar de la situación hídrica, aunque desde el sector advierten que las pérdidas se verán reflejadas recién el año siguiente. Cabe mencionar que la autoridad del Canal de Panamá, Ricaurte Vázquez, había estimado el tamaño de las mismas en aproximadamente 200 millones de dólares.
Se estima que el Canal de Panamá aporta a la economía de ese país centroamericano cerca de 2500 millones de dólares, de acuerdo a los datos correspondientes al ejercicio fiscal 2022, por lo que, de cumplirse las proyecciones más pesimistas de las autoridades del Canal, la pérdida podría rondar en una caída del 10% de los ingresos anuales del mismo, lo que significaría un fuerte golpe para la ya frágil economía panameña que este año, tras la declaración de inconstitucionalidad del contrato minero con la empresa First Quantum Minerals, ha visto paralizada la actividad de la mina de cobre más grande de Centroamérica, que representa casi 5 puntos del Producto Bruto Interno (PBI) de ese país.
Además de las consecuencias que la situación ocasiona para la propia Panamá, esta sequía también se traduce en un fuerte impacto en el comercio mundial, dado que, para evitar atascos o pagar más (principalmente con los barcos petroleros), las empresas navieras se ven en la obligación de buscar otro tipo de rutas, que son más extensas y costosas.
Las perspectivas de las autoridades son negativas para todo el primer trimestre de 2024, sin embargo, sostienen que con la retirada del fenómeno de El Niño prevista para mayo próximo, las lluvias retomen su ritmo habitual.
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