02/04/2024
Los datos arrojan una tasa de criminalidad de 1,5 cada 100 mil habitantes, incluso más baja que la comparada con el año anterior.
El ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador, Guillermo Villatoro, informó que se han registrado 24 homicidios desde enero hasta abril del presente año, y al menos en 22 de los crímenes se ha logrado detener a los presuntos responsables de los mismos.
El dato exhibido por el funcionario de Bukele grafica que hasta el momento el país alcanza una tasa de homicidios de 1,5 cada 100 mil habitantes, la más baja de Latinoamérica, lograda en gran medida por la implementación del régimen de excepción que cumple dos años desde el inicio de su aplicación en el país. En ese sentido, el Gobierno de Nayib Bukele confía que durante el 2024 se alcance una tasa de criminalidad inferior inclusive a la del año pasado cuando la tasa de homicidios llegó a los 2.4 casos cada 100 mil habitantes.
Según las estadísticas oficiales, el 2023 cerró con un total de 154 asesinatos, lo que refleja un promedio de casi una muerte violenta cada dos días, el nivel más bajo registrado para el país centroamericano que durante su pico máximo de inseguridad llegó a registrar una tasa de criminalidad de 103 homicidios cada 100 mil habitantes, récord que lo había convertido en el país más violento de Latinoamérica.
Sin embargo, a pesar de los resultados reflejados desde el Gobierno salvadoreño, el plan de Bukele enfrenta numerosos cuestionamientos por parte de los organismos de derechos humanos que cuestionan la arbitrariedad de las detenciones ocasionadas por la medida gubernamental, que hasta el momento han generado cerca de 78 mil detenciones, todas ellas bajo la acusación de ser pandilleros o colaboracionistas con las pandillas. A su vez, las organizaciones defensoras de DD.HH han reportado cerca de 200 muertes de detenidos bajo custodia de las autoridades.
No obstante, y a pesar de las mencionadas denuncias sobre la vulneración de las garantías básicas a la ciudadanía, la medida es bien vista por la población del país centroamericano, a punto tal que durante las últimas elecciones presidenciales, en la que fue reelecto, Nayib Bukele, basó su campaña en el "éxito" de su guerra contra las pandillas.
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