Una mascota más: confiscaron un caimán de 350 kilos en la casa de un hombre en Nueva York

Agentes de la policía de Conservación Ambiental del estado de Nueva York confiscaron de la casa de un hombre, en el oeste del distrito, un caimán de 3,3 metros de largo y casi 350 kilogramos de peso que se encontraba encerrado en una alberca. Las autoridades no confirmaron si presentarán cargos contra el propietario del reptil gigante.

El insólito episodio tuvo como principal protagonista a un caimán de aproximadamente 32 años de edad bautizado por su dueño como "Albert". De acuerdo al testimonio de los efectivos de la policía de Conservación Ambiental el propietario del inmueble mantenía al animal salvaje dentro de una alberca "tipo estanque" que permitía al reptil mantenerse en el lugar e incluso que su propia familia y sus hijos mantuvieran contacto con el animal.

No obstante, y según lo reportado por la institución, el individuo que sería dueño del animal salvaje contaba con una licencia para mantener al mismo, pero la misma había expirado en el 2021 y no había sido renovada por el propietario.

En una publicación realizada en la red social Facebook, la policía de conservación del medio ambiente detalló el estado en el que encontró al caimán en el domicilio de su dueño. "En el interés de la seguridad pública y la salud, la seguridad y la protección del cocodrilo, los ECOs trabajaron con el Town of Hamburg Police y The SPCA Serving Erie County, NY para apoderarse del caimán, que tiene numerosos problemas relacionados con la salud, incluyendo la ceguera en ambos ojos y complicaciones espinales", detalla el posteo de las autoridades.

Respecto al futuro del animal, desde la institución aclararon que el animal fue entregado a un cuidador con licencia que se encargará del animal hasta que se encuentre en condiciones para que pueda ser trasladado hacia otro lugar para su cuidado permanente.

De acuerdo a lo establecido en las leyes del estado de Nueva York, la tenencia de un animal considerado como "peligroso" es ilegal, a menos de que el propietario cuente con su respectiva licencia en tiempo y forma. La licencia exige que los propietarios tengan "formación, experiencia e instalaciones adecuadas con las salvaguardias necesarias" para cada animal peligroso que posean.