Conoce cómo es el "Scorpene", el submarino francés con el que Milei quiere equipar a la Armada argentina

El Gobierno del mandatario argentino, Javier Milei, ha dado a conocer en las últimas semanas sus intenciones de adquirir submarinos, posiblemente de la clase Scorpene, para suplir el espacio vacío dejado tras el hundimiento del ARA San Juan en el año 2017. Si bien, aún no trascendieron plazos ni montos de la operación, se prevé que la misma supere los mil millones de dólares, dado que la administración libertaria pretende hacerse con al menos dos unidades de este tipo.

Aunque la necesidad de un sumergible es acuciante en la Armada del país austral, dado que los submarinistas deben complementar sus prácticas en territorio peruano, de momento no existen avances concretos en las tratativas para la adquisición de estas unidades. De los candidatos analizados, entre los cuales se encuentran el Thyssen clase 209 nueva generación, construido por el consorcio Howaldtswerke Deutsche Werft (HDW) en Alemania y el Scorpène, elaborado por el astillero francés Naval Group, el Gobierno de Milei parece haberse decantado por este último como el elegido.

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Tal es el interés de Buenos Aires en avanzar con la adquisición de los sumergibles franceses que el miércoles pasado se dio a conocer que el ministro de Defensa de Javier Milei, Luis Petri, tiene ya preparada una carta de intención para enviar al Gobierno galo con el fin de comenzar las negociaciones para la adquisición de al menos dos unidades de la clase Scorpène.

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Submarino francés Scorpène, fabricado por Naval Group.

Características de los submarinos Scorpène

Con un coste aproximado de cerca de USD 500 millones cada uno, los sumergibles franceses fabricados por la empresa semipública Naval Group, donde el Estado francés tiene el 60% del capital, tienen como principales operadores en Latinoamérica a las Armadas de Chile y de Brasil, quienes destacan las prestaciones brindadas por este modelo.

En lo que refiere a especificaciones técnicas, el sumergible tiene una extensión de 62 metros, un desplazamiento en superficie de 1.450 toneladas, ocho tubos de armas, una altura de unos 12,5 metros y puede ser ocupado por una tripulación de hasta 30 personas. Su autonomía es de 78 días, que sumergido en el mar se reduce a 12, su carga útil para portar armas es de 18 (entre torpedos y misiles), cuenta con un sistema de gestión de combate Subtics, y su disponibilidad operativa en el mar: 240 días por año.

De avanzar en la compra de estas unidades al país europeo, el Gobierno de Javier Milei realizaría la mayor inversión en décadas en la alicaída Armada argentina, que tras la tragedia ocurrida con el ARA San Juan en noviembre de 2017 ha perdido su capacidad submarina.

El único navío con el que cuenta actualmente la Armada es el ARA Salta, que es tan antiguo que solamente puede utilizarse para prácticas y adiestramiento del cuerpo militar de buzos, pero no puede navegar.